Cada Hombre, aún bajo las condiciones más trágicas que uno pueda imaginar,
guarda la LIBERTAD INTERIOR de decidir QUIÉN QUIERE SER, espiritual y mentalmente
porque incluso en esas trágicas circunstancias es capaz el Hombre de conservar la DIGNIDAD
de seguir sintiendo como un ser humano.
La libertad interior nada ni nadie nos la puede arrebatar, y es la que confiere a la existencia
una INTENCIÓN y un SENTIDO.
( Viktor Frankl, " el Hombre en busca de sentido" )
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